Vistas de página en total

De Dioses a Humanos


DE DIOSES A HUMANOS







Según dice el antiguo testamento, más concretamente en el Génesis, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
   Hizo dioses.
   Uno de ellos fue Carlee. Era uno, pero eran dos.
   Nos explicaremos. Era un solo ser, pero Dios lo dividió en dos. Eran iguales físicamente, psíquicamente y espiritualmente.
   Car y Lee no necesitaban comer, ni beber, ni tenían nunca frío ni calor, ni miedo, ni incertidumbres y no envejecían jamás. Eran inmortales. Era dioses.
   Mas Dios le-s dijo – haced el bien y estad unidos siempre. Cuidad el uno del otro porque sois el mismo, si uno sufriera, el otro también y si uno es feliz, el otro también y tened cuidado con los mortales, mas cuidadlos y hacedles el bien.
   Y efectivamente así fue. Car y Lee eran inseparables y se dedicaban a hacer el bien y eran queridos por los mortales.
   Pero Lee fue poco a poco cambiando. Ya no era tan afectuoso ni humilde.
   Quizás fueran los mortales, quizás Satanás, algo hizo cambiar a Lee y la intrínseca e inseparable unión con Car, poco a poco se fue diluyendo.
   Car intentó reconducirlo a la genuinidad, a Dios, pero Lee era cada vez más arisco, malvado, materialista, en fin más humano.
   Car intentó disuadir a su hermano, a su yo, que Dios se enfadaría con su cambio, con su ímproba actitud y forma de ser, mas Lee se reía y jactaba de ser un dios e inmortal.
   Car siguió acuciando a Lee y este, en un arrebato de su adquirida ira, lo mató.
  ¡Qué desgracia, Lee mató a Car!.
   Al poco de tan horrendo crimen, Lee empezó a tener frío y hambre y se extrañó mucho.
   Conforme iban pasando los años, iba envejeciendo, ¡ya no era un dios!.
   Y Dios se le apareció y Lee le increpó el que le degradara a simple humano. Mas Dios le contestó: tú te has degradado de dios a humano, tú ,al matar a Car te has matado a ti mismo, pues tú eras él y él eras tú. Así te ha sucedido a ti y así les ha sucedido a muchos otros.
   Y así fue como los humanos pasamos de ser dioses, sin tener que trabajar, sin tener frío ni calor, ni hambre, ni miedo, ni muerte, a débiles, malvados y mortales humanos.

                                                 FIN

                                            LLAMAX 

PD: quizás podamos invertir la balanza y volver a ser dioses de nuevo. Ya sabemos como.   









  

1 comentario: